miércoles, 13 de mayo de 2015

LA PIEDRA DE MOLEDORAS




MITO: PIEDRA DE MOLEDORAS, MAMA GABRIELA




Eran dos hermanos, el uno vivía donde hoy se llama moledoras (vía Chiles-Mayasquer), y el otro vivía en Mayasquer, los indígenas serranos (quienes viven en el frío) de Cumbal, Panan, Chiles, entre otros; siempre iban a intercambiar productos, el llamado trueque, con los indígenas jambos (indígenas de tierras de clima templado a cálido), en el guaico (zona de temperaturas de templadas a cálidas) de Mayasquer, se dice que Gabriela Maique, era hermana de Juan Mayque, y los truequeros o intercambiadores de productos, solo llegaban hasta moledoras, donde doña

Gabriela, se devolvían de ahí, porque allí no más les cambiaban, los quesillos, las papas, las ocas, las majúas, la quinua; con maíz, fríjol, carne, etc. Sucede que en Cumbal Panan, Chiles, por tener climas fríos, solamente se daba dos cosechas en el año, en esas épocas, habían muchas heladas, tanto que aveces, no habían ni las papas el tubérculo más primordial en la cultura Pasto. Por lo tanto el comercio con otros lugares y pueblos era obligatorio este tipo de comercio. Entonces ellos comerciaban con muchos pueblos cercanos, pero casi siempre eran pertenecientes a la nación de la Guaca. Se desplazaban a Barbacoas, para Ricaurte, Guaitarilla, Samaniego, Sandona, Los Cumbales, trataban de ir a todos los guaicos posibles, para su pervivencia.





A causa de que no le bajaban al cambalache (cambiar) productos más abajo, al más guaico, a las tierras de Juan Mayque, a ello dio envidia, y - dijo: “Va a ver mi hermana la que le voy a hacer” - entonces vino Juan Mayque, y le soplo la tierra para que no le produzca nada, por aquellas épocas los taitas y mamas tenían poderes (sobrenaturales), porque en esos tiempos ellos decían “hasta capacheritos somos”. Al transcurrir y ver, que nada le criaba, nada le producía la tierra, todo lo que sembraba se le moría ahí mismo. Ella al ver que no tenía que comer, decidió comerse a la gente. Así lo hizo, siguió comiendo a los que transitaban por el camino, ya que había solo un camino y pasaba por la finca de ella, aun cuando pasaban amarrados con cinchones (sogas hechas de piel del bovino) al otro lado salían siempre menos uno del montón, y lo sacaba al de la mitad. Por más amarrados que vayan. Hay muchas personas que conversan, que  siempre la veían, majando con una piedra guagua (chiquita), y majando en una piedra grande plancha (como mesón), chupando y comiendo los huesos. Entonces viendo que ella se comía la gente. La gente tenía miedo de bajar a buscar el maíz, y los demás productos, por miedo a ser comidos por mama Gabriela.




Viendo eso, Juan Mayque decidió quemarla en una hoguera, porque a veces la gente bajaba hasta Chicandina (un lugar más lejos que la finca del cacique Mayque) al trueque de productos.


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Río San Juan de Mayasquer


Entonces para vez de quemarla, antes decidió ensayar con tres (3) parejas de jóvenes, hombre y mujer, mirando los tiempos los que más rápido corrían, los más ligeros. Los hacían correr desde el gritadero hasta Chicandina (una distancia de 25 km aproximadamente). Para probarlos fue de la siguiente manera: Pusieron a tostar el maíz, y tenían que llegar antes de que el maíz se queme, apenas que estén reventando, por fin la pareja ganadora, llegó a tiempo, y ellos fueron los que fueron al gritadero a llamarla. Ellos, con los nervios encima, tomados la fuerza como la llaman, la fuerza, que puede ser, un mate (litro) de guarapo (jugo de caña cocinado) o de chicha (bebida ancestral de maíz), o unos tragos de chapil (aguardiente artesanal), le gritaron: “¡Tía…!, ¡tía…!, hasta que ella les respondió: - ¡Que pasa!, ¿¡Quienes son!?, ella salió, los miró y los reconoció al instante y dijo: - ¡Ah..! han sido mis sobrinos, ella los llamó diciendo, “caminen mis hijitos, vengan, entren”, pero ellos ya estaban advertidos de no entrar en su casa, entonces ellos le respondieron: - No…, nos mandaron de afán, nos manda a decir mi papacito que venga a una comilona, (aunque en aquellos tiempos de adelante, a todos los mayores era de decirles tíos)”. Justo al terminar de decirle ello, ellos arrancaron a correr, prácticamente ellos volaban de la ligereza. Así la engañaron y la llevaron a Mayasquer. Ella, por tener superpoderes, era muy rápida, y fue en partes volando, casi que los alcanza cruzando un puente de un chulla bejuco (liana), en el río Cainacán. Al terminar de cruzar, el par de jóvenes le cortaron el puente del otro lado, y mama Gabriela, cayó abajo al río Cainacan. Mientras tanto la pareja pasó de largo corriendo hasta el punto llamado Chicandina (unos 15 km más abajo de la finca del cacique), cuando mama Gabriela subió la hondonada, llegó allá donde estaba Juan Mayque y le pregunto: - “¿Dónde están mis sobrinitos?, los que me fueron a llamar”, entonces Juan Mayque, le mostró y le saco otra pareja muy parecida a los que la fueron a llamar y le dijo: - “aquí están, estos son”, además de ello, cerca de la hoguera le pusieron un niño, para darle más ganas y ella con hambre y todo, de un brinco, pensó alcanzarlos para comérselos, pero cayó a un hueco, el que era una hoguera que le tenía preparado para quemarla. justo cuando ella cayó, y ahí mismo la taparon entre varios hombres la tenían de encima por que se quería salir, ella tenía tanta fuerza que quería escaparse, parecía que ya los vencía, hasta que por fin se quemó.




Luego recogieron esa ceniza y la empacaron en hoja de bijao, y la mandaron a botar al río Mayasquer, a otra pareja de niños. Esta pareja de niños fueron a votar, y pensaron, “¿que no será esto fritada, lo que nos mandan a votar?” y ellos desenvolvieron el capacho y esas cenizas se convirtieron en moscos, y zancudos y esos moscos se los comieron y los niños jamás los volvieron a ver, y desde ese entonces se dice que fue por eso que en Mayasquer haya muchos mosquitos.


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Montañas del resguardo de Mayasquer (Mpio de Cumbal Nariño).


Después de haberla quemado, cuenta la gente que el espíritu siguió comiéndose la gente y que miraban el espíritu moliendo los huesos con la piedra guagua, y chupándoselos, mucho tiempo después, un sacerdote de Chiles, bajo a celebrar una eucaristía en aquella piedra para que desapareciera y dejara de desaparecer y comerse a la gente, y mandaron a votar la piedra guagua (chiquita) al río Tambo. Así se desapareció ese mal espíritu, aunque existen personas que cuentan que aun la han vuelto a ver, caminando por el lugar, uno de ellos fue mi padre, (Buenaventura Quilismal), en una de las venidas a Mayasquer a cambiar papa con maíz, al salir hacia Cumbal, por aquel lugar la encontró y la saludo inclusive, cuenta que ella le preguntó: - ¿no llevas carnita?, mi padre al darse cuenta que era ella, muy valientemente le respondió: - “más acá va un borracho, te lo doy ahorcando y te lo comes”, dice que ella no caminaba como personas normales, sino que levitaba sobre el suelo, que era una mujer de muy avanzada edad, con vestidos tradicionales de la zona, como una anciana, con faldas largas a los tobillos, con pañuelon (chalina muy grande) y sombrero. 

Desde aquella vez, dicen que al abuelo  le comió el corazón, por ello después de aquella vez, él sufría de dolores en ese órgano, y justo un año después murio a los 55 años de edad. También me han contado que otras personas también la han encontrado, y que sufren esa misma consecuencia, de morir un año más tarde, a pesar de estos casos fortuitos, ya no se conocen historias recientes así,y se sabe que ahora ya no ha hecho daño.


 




Fuente: Mi padre Roberto Quilismal Tapie

Relator: Miguel Ángel Quilismal